Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno nació en Bilbao en 1864, Poeta dramaturgo, filosofo y ensayista, es el mejor prototipo del pensamiento filosófico-moral de los escritores de la Generación del 98. Estudio Filosofía y letras en Madrid, para ir a Salamanca hasta el fin de sus días. Allí obtuvo la cátedra de griego e historia de la lengua. Subió al rectorado de la Universidad de Salamanca en 1901.
Le apasiona la además de la filosofía la historia, sobre todo la historia de España. Tan bien era profundamente religioso, pero esta divido entre la fe y la racionalidad, según sus propias palabras la fe tradicional no podía sostenerse con los avances científicos modernos. Sus dudas sobre la fe, que cree individualista, gira en muchas de sus principales obras
En su primer libro “En torno al casticismo” (1895) Unamuno insiste en la necesidad de que España se integre intelectualmente a Europa. En este contexto podemos ver al escritor preocupado por España y su enfoque en la historia.
Otro tema que le preocupaba era la inmortalidad, la procreación, la maternidad y la lucha del individuo por realizarse, Algunos críticos consideran a Unamuno un avance al existencialismo de años posteriores. Los personajes de sus obras, tiene poca descripción física ya que lo que le importa al autor es la lucha interior. Y lo hacía con un lenguaje sin adornos, como él mismo decía; un lenguaje seco, preciso, rápido y sin tejido conjuntivo.
Tras huir de España desterrado por Miguel Primo de Rivera en 1924, huyó a una de las Islas Canarias, pero se refugió en Francia. Volvió a Salamanca en1931 donde continuo con el rectorado.. Ese mismo año unió tres novelas en una “San Manuel Bueno, mártir”, en el que relata un hombre que ha perdido la fe y sin embargo esta lleno de caridad, Unamuno estable este contraste, hecho que no había hecho en ninguna obra anterior.
Escritor infatigable escribió varios libros de poesía, obras de teatro, donde siempre prevalece el conflicto íntimo del individuo.
Cuando las tropas de Francisco Franco se apoderaron de Salamanca, Unamuno resumió su opinión política con la conocida frase de de “Venceréis, pero no convenceréis”
Murió repentinamente el 31 de diciembre de 1936