lunes, 21 de marzo de 2011

Muere Josefina Aldecoa

 

La escritora adoptó el apellido de su marido, al morir este, como homenaje

568394_2 El pasado 8 de marzo, la escritora y pedagoga Josefina Aldecoa, autora de Historia de una maestra , cumplió 85 años y fue reconocida con una de las medallas a la promoción de los valores de la igualdad, por la que tanto llegó a luchar.

Hija y nieta de maestras, nació en La Robla, León, en 1926, como Josefina Rodríguez. Toda su vida compatibilizó la enseñanza con la escritura. El Aldecoa lo adoptó en los años 80, cuando regresó a su antigua y suspendida vocación literaria, como una forma de homenajear a su marido, el escritor realista Ignacio Aldecoa, muerto en 1969, de un infarto. La autora no volvió a casarse.

Josefina e Ignacio se conocieron en la tertulia del Café Gijón, punto de encuentro de escritores de todas las edades, desde Camilo José Cela y Buero Vallejo hasta la gente de su generación, la de los 50, como Carmen Martín Gaite o Sánchez Ferlosio. Eran los tiempos del franquismo y así lo contó en una entrevista hecha en el periódico “Los catalanes eran mucho más ilustrados que nosotros”, solía reconocer con modestia.

La mujer que en 1959 fundó la escuela Estilo de Madrid, que tomó como modelo la Institución Libre de Enseñanza, llevaba a sus espaldas una educación progresista, un doctorado en Pedagogía y una querencia anglosajona que la convertía en una rara avis entre los intelectuales del momento, de vocación francófila. Por placer, llegó a traducir a Faulkner, Hemingway y Dos Passos y ya más profesionalmente fue la primera que trasladó a Truman Capote al castellano. La traducción le hizo tomar conciencia de su voluntad narradora que ya había cultivado cuando tenía poco más de 20 años. No por ello abandonó una vocación pedagógica que ha visto cómo en su escuela se han formado los hijos de familias de tanta enjundia cultural como los Casariego, los Bardem o los Berlanga. Su única hija Susana, sigue los pasos de su madre al frente de la institución.

Critica: “Salvo en las bolsas de pobreza, un niño de hoy es alguien cuidado, bien atendido y mimado. A estos niños felices y aburridos se les exige muy poco. Pero es verdad que somos víctimas del tiempo en el que nacemos. A nosotros nos tocó luchar por la cultura y a ellos tenerlo todo al alcance de una tecla de ordenador” Se quejaba.

Estas reflexiones propiciaron en 1990 el mayor de sus éxitos como escritora, Historia de una maestra , una novela en la que recuperó los recuerdos de su madre. También fijó los temas que más le han interesado, la plasmación cuidadosa del pasado y la reivindicación de la historia desde el prisma femenino. Los niños de la guerra , Mujeres de negro , La fuerza del destino y el libro de relatos Fiebre forman parte de su obra.

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