domingo, 17 de octubre de 2010

Eduardo Mendonza ha recibido el Premio Planeta



Eduardo Mendonza ha recibido el Premio Planeta con una obra ambientada en el Madrid prebélico

La nueva novela del escritor barcelonés, 'Riña de gatos, Madrid 1936', envía a un inglés tasador de arte al Madrid de 1936

José Antonio y el general Franco aparecen inmersos en la trama de espionaje
La finalista ha sido la periodista valenciana Carmen Amoraga por la obra 'El tiempo mientras tanto'

La novela –que se ha presentado al premio con el título provisional de La muerte de Acteón– está protagonizada por un joven inglés, especialista en arte clásico, que se traslada a Madrid con el objeto de tasar unas obras de arte y se ve envuelto, sin pretenderlo, en una peliaguda trama de espionaje y política, todo ello en un clima de preguerra, pues la acción se ambienta en la primavera de 1936, los días previos al estallido de la guerra civil española.


Si la novelística mendociana va alternando el registro serio (pongamos La ciudad de los prodigios) con el humorístico (pongamos Sin noticias de Gurb), la obra premiada se inscribiría más bien en el apartado de libros contenidos (en los que el humor no impregna, desbordado, todas las páginas) aunque con algunos toques de humor e ironía. Los que la han tenido en sus manos afirman que se trata de una novela larga, cercana a las 600 páginas mecanografiadas.

Aparecen en ella diversos personajes reales, inmersos en la trama, como el mismísimo José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, con quien el protagonista tiene ocasión de hablar. En una escena, asistiríamos, precisamente, a una reunión en la casa de un benefactor de José Antonio, el duque de Igualada, que está hablando con tres generales, al parecer Franco, Sanjurjo y Mola, las cabezas visibles de la sublevación militar de 1936 que fracasó pero dio origen a la guerra civil.

El tasador inglés intenta desempeñar su cometido profesional de especialista en pintura antigua española en un Madrid caótico, por el que políticos y prostitutas negocian sus asuntos. Una ciudad en la que se presagia el horror y donde todo el mundo parece conspirar contra la débil República. De hecho, en su minuciosa labor tasadora, va a hallarse con lo que parece ser un cuadro de Velázquez desconocido y cuyo valor económico podría alcanzar cifras astronómicas. Su función le permite acceder a las casas de los acomodados burgueses madrileños, un ambiente en que el autor se recrea.

Mendoza publicó en el 2009 un libro de relatos, Tres vidas de santos. Algunas de sus obras son La verdad sobre el caso Savolta (1975), El laberinto de las aceitunas (1982), La ciudad de los prodigios (1986), Sin noticias de Gurb (1991), La aventura del tocador de señoras (2001), El último trayecto de Horacio Dos (2002), Mauricio o las elecciones primarias (2006) o El asombroso viaje de Pomponio Flato (2008).









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