jueves, 28 de noviembre de 2013

Jaume Cabré y el proceso de creación de 'Yo confieso'


 
El público que llenaba a rebosar la sala del MAC Can Domènech siguió con gran atención una verdadera clase de Jaume Cabré explicando el proceso creativo y sus relaciones con los personajes y el lector que lo han llevado a crear la monumental , tanto por número de páginas como por ambición literaria, 'Yo confieso', novela que se inscribe en la tradición de la gran narrativa europea.
 
 
 
 
 
 
 
Yo confieso , editado por Proa y traducido a varias lenguas, es un viaje por Europa y el tiempo, con una reflexión sobre la idea del mal en la historia de la humanidad a partir de la vida de un personaje culto y muy inteligente nacido en la Barcelona de la posguerra. La Inquisición, el III Reich y la España franquista, permiten desvelar cómo la crueldad nos despoja de toda moral y como algunas personas son capaces de llevar a cabo actos de puro horror en nombre de una idea. La obra recibió el Premio de la Crítica Catalana 2012, otorgado por la Asociación de Escritores en Lengua Catalana.
Jaume Cabré confesó que la frase que abre el libro fue la última en ser escrita y resume perfectamente toda la novela, "cada palabra es clave para poder intuir el itinerario que nos espera, así el adjetivo 'imperdonable' ya nos avanza a un individuo con la culpa pegada al alma ". El primer capítulo viene a ser como la apertura de Lohengrin, "donde ya resuenan las voces que escucharemos al final".
El primer capítulo de Yo confieso viene a ser una especie de contrato que establece el autor con su lector, invitándole a firmar una serie de artículos del contrato para que una vez terminado y viendo lo que le espera, " ya no se eche atrás y se comprometa con lo que vendrá ", encontrándose con un texto complejo, duro, con bailes de tiempo y espacio, que nos adentra en la parte más oscura del comportamiento humano. Cabré quiere que para el lector, empezar una novela "sea abrir la puerta de una casa que no sabemos de quién es, con muchas habitaciones, a las que vamos entrando, o no, o echando un vistazo", pero que en todo caso reclama la participación activa de este lector "para ir descubriendo cosas por sí mismo y entrando en la misma novela, formando parte de la historia que narra". Jaume Cabré quiere que el lector se comprometa con lo que está escribiendo más allá de provocar una determinada emoción, y para ello hace valer "los recursos de estilo que lo puedan enamorar y la vida de los personajes, apelando tanto a la inteligencia como el corazón ".
Yo confieso es la culminación de un proceso de escritura de 8 años, la confesión vital y moral de un personaje, afectado de Alzheimer, que lucha contra la destrucción de la memoria y que permite al autor hablar sobre el mal , "no como tesis de partida de la novela, si no por lo que determinan los personajes y por lo que me ha tocado vivir en los 8 años de mi vida ligado a la novela". Un vínculo con novela y personajes que afecta emocional e incluso físicamente a su creador.

 
 
 
 

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